lunes, 13 de febrero de 2012

¿Estresado con el regalo de Los Enamorados?

Mi marido rara vez le achunta al regalo y desde el primero "importante" (1er aniversario de pololeo) que sabía lo que se me venía: fue un mono de resina (porcelana plástica) con forma de niño con un pato, lo compró porque "lo encontró bonito" y después de "cumplemeses" poco románticos eso fue la guinda de la torta y claro, cuando lo abrí monté en cólera, vi rojo y por poco y no me pongo a llorar. "Mina histérica" pensó él, hasta el día de hoy nos reímos de eso, pero lo cierto es que cuando anecdóticamente le cuento a amigas sobre "aquél regalo" las carcajadas no se hacen esperar y los comentarios del tipo "es que yo lo mato" son lo habitual.

El año pasado para mi cumpleaños, en medio del asado con mis amigos, irrumpió sin previo aviso un romántico "peoneta" (sres. que cargan cosas en camiones, para quien no conoce la palabra) entró con una "yegua" (carrito para acarrear bultos en las bodegas) y dejó en el medio de mi precioso comedor un "delta" (jueguito de los años 80 al que se le meten fichas por debajo y tiene cargados como 1,000 juegos de tipo arcade-Atari) color verde loro con amarillo. Mi marido, con la cara flamante me dice "aquí está tu regalo Amor, feliz cumpleaños"- yo con cara de !!! y mis amigos tb. porque si me conocieran, sabrían que lo último que uno podría imaginarse conmigo es verme jugando una cosa así. Bueno, de más está decir que hasta ahí llegó el cumpleaños pues los machos presentes se arrebolaron en torno al asuntito y se quedaron jugando con él hasta las 10 de la noche mientras las féminas me preguntaban como gallinas cacareando si de verdad me gustaba esa cuestión en el comedor y que porqué me habían "regalado" eso, si era talla interna o qué. A mi me habría gustado ser alcohólica en ese momento, pero soy tan perna, que ni para eso me alcanza. Trágame tierra. Prefiero tomármelo con humor como uno de muchos desatinos y regalos con elástico que me han llegado en fechas "de aquellas" de parte de mi querido marido.

El año antepasado mi regalo de cumpleaños fue una imagen .jpg de una planta, mi marido me pidió que me sentara a mirar el monitor de su computador a las 8 de la mañana y con gran entusiasmo me dijo "ahí está tu regalo, feliz cumpleaños" , supuestamente era el cerco para nuestro terreno recién comprado, de más está decir que yo ya a esas alturas tenía cero expectativa con el tema de los regalos, y que hasta la fecha aún nuestro terreno sigue completamente pelado.

Por cosas como ésas, cada vez que vienen estas fechas "regalables" a mi me da igual algo de pánico escénico.

Los hombres siempre dicen que las minas somos super complicadas y es verdad, porque muchas somos poco concretas y le andamos viendo el significado a las cosas, los hombres generalmente ven sólo ... "cosas".

Sin caer en el cliché que los hombres son de Marte y la mujer de Venus, porque todos somos diferentes, sí es verdad que los hombres son más concretos y prácticos que las mujeres, por lo general. Para tantos hombres el regalo tiene también objetivos secundarios, como demostrarle a los pares el propio estatus económico como si su mina fuera la extensión de sus dominios materiales (auto grande del año, Club privado, Iphone, reloj caro, pinta Polo/ Lacoste, siguen a la mina- re mina con regalos caros, comunes en manos y vehículos de las distinguidas señoras ABC1); reforzarse con la dama en su condición de "macho proveedor alfa" y de paso, marcar territorio ante posible competencia. En algunos casos más borde aún, "cargar créditos" con la distinguida pre o post postura de cornamenta, o metidas de patas varias, para que llegado el momento, al menos quede el rezago de algo "a favor" en la balanza de "me divorcio- no me divorcio" haya.

Motivos menos afines con el amor que eso, ni hablar. Ojalá cada regalo fuera siempre motivado simplemente porque "quiero que se sienta como una en un millón y que cada vez que vea eso se recuerde de mí". De otro modo sería un nuevo ejemplo de lo torcidos que estamos como sociedad los chilenos buscando que un hijo entre a un colegio tal no porque es "lo mejor para el niño" sino que por "las oportunidades de contactos" que eso puede generar. Mal.

La diferencia entre decirle a la enamorada "te regalo una estrella" es el contexto. Si es tirados mirando el cielo de noche, puede que se la compren y hasta emocione, pero si lo muestran en una pantalla mirando el diario de reojo, la verdad es que poco romance le veo.

Igual hay que entenderlos y ayudar: En alguna navidad a mi galán me acuerdo hasta haberle impreso una "Wish list" (lista de deseos) donde habían cosas desde lápices de colores de $2 lucas hasta x cosas, hasta con los códigos de barra de una tienda para que no alegara que "es horrible comprar en navidad.

Regalarme a mí es bien fácil, soy fanática de la Hello Kitty y gatúbela total, por lo cual casi cualquier cosa que tenga bigotes o sea rosado o a lunares, ya me gusta. Soy retro y mando a hacer mis colonias de violetas y de verbena a una fábrica de póscimas en Santiago Centro y cualquier cosa que huela a eso me gusta. Me gustan los jabones, los lentes y los zapatos de todo tipo y si me regalaran una madeja de lana del color que fuera, igual estaría feliz. Creo que no hay mal alguno que no se pueda arreglar con chocolate. Soy megalómana por lo cual casi cualquier cd de música me dejaría loca (salvo los Huachiturros o Ráfaga). Leo mucho y de todo tipo de cosas. Soy gamer de XBOX. Me cuido del sol con todo tipo de gorros. Ando en bicicleta.

Se me ocurren tantas cosas que podrían regalarme sin conocerme sólo con esos tips y que me harían super feliz porque "suenan a mi" y no entiendo porqué me llegan monos de loza, video flippers y otro tipo de regalos con elásticos de la persona más importante para mí en el mundo.

Lo peor es que lo tengo asumido, cuando me llegan estos regalos exóticos pienso por un segundo que no me conoce o no me quiere, y de paso me siento culposa porque él llegue a sentir que soy malagradecida. Como no me gusta mentir, cuando me llegan estas cosas opto por dar las gracias y decir que es muy lindo (aunque no sea ideal para mi) y listo, a otra cosa mariposa.

Por otra parte, igual me da como ternura que de verdad él hace su mejor esfuerzo y como ya sabe los porrazos con regalos anteriores, para él finalmente debe ser un estrés comprarme algo de regalo y me lo anuncia tiempo antes "voy a ir a comprar tu regalo" con cara de becerro yendo al matadero. Y aunque le digo que mejor no se complique y que no me compre nada, igual lo sigue intentando.

Que no se entienda mal: yo amo a mi marido y le creo que él a mi.

Mientras estos días en los medios empieza el desfile de todo tipo de cosas como "alternativas de regalo para los enamorados", computadores, televisores y las cosas más inverosímiles para una fecha romántica, refuerzo la conclusión que lo del regalo de verdad da lo mismo y a no tener expectactiva. Si yo planeo meses antes el "regalo perfecto" con empaques especiales y cada detalle cuidado, es simplemente una muestra más de lo obsesiva que soy y que tengo que entender que los demás no deben ser iguales que yo. Que a su manera, él sí se preocupa de estar horas viendo alternativas para un regalo mío - eso ya es una tortura para él, que odia el vitrineo- aún cuando su criterio de elección sea muy diferente del mío. Que los paquetes pegados cinta médica transparente con el papel arrugado no significa que lo hizo con descuido o desinterés.

Me sirvió entender algo obvio, que él es un ser imperfecto igual que yo y que simplemente él es al lote en eso. Y que para él, un regalo es sólo un regalo y una fecha sólo una fecha y que puedo esperar a que al ulmo le salgan peras esperando a que haya algo más romántico que eso algún día. Que es como esperar enamorarse como en estándar cinematográfico y esperar una explosión de felicidad en el corazón y finalmente darse cuenta que el príncipe azul sea un jilguero nada perfecto y la situación en un lugar con cero glamour. Que es como es y que yo acepté y acepto todos los días el paquete completo. Y que hay cosas muy buenas en ese paquete por lo cual vale la pena seguir cantando.

Para ir terminando, a las que me leen que se mataron de la risa con lo primero acordándose de algún regalo pastel o espantoso que recibieron alguna vez, les doy un consejo: no puede uno quejarse si no intenta al menos una vez decirle directa o indirectamente al Romeo qué es lo que uno quiere. A veces se requiere ser bien re bruta para decirle tal cual (no subliminalmente) exactamente lo que uno quiere de ellos y cuándo lo quiere. (brutalidad es proporcional a altura desde la cual el Romeo se cae del catre). Si la montaña no va a Maoma....

Y si hay algún hombre por ahí que ya está achacado, presionado a comprarle algo a su mina, y pensando que sólo se trata de lucas, evalúe a su lola y considere panoramas cursis como invitada a cenar (con reservaciones previas.. por favor!!) a un lugar que a ella le guste, regalarle flores con una tarjetita escrita con dedicación, esperarla donde no lo espera, simplemente mirarla a los ojos con cara de idiota y decirle de corazón cuánto la quiere o darse 2 minutos para abrazarla mirando una puesta de sol y prometiéndole algo, lo que sea, que quiera de verdad cumplir. En tiempo de calidad memorable, aunque fuera sólo un ratito. Si la tiene al lado, él sabe cómo.

No hay ningún mejor regalo que lo que nace del corazón. (Del emotivo, no del muscular!!)

Feliz día de los enamorados, incluyendo a los que no están emparejados.

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